lunes, 30 de noviembre de 2009

La experiencia anterior puede realizarse espolvoreando pequeñas limaduras de hierro sobre una cartulina, que es atravesada perpendicularmente por un hilo conductor. Las pequeñas limaduras se orientan formando círculos concéntricos alrededor del hilo conductor.

De las experiencias indicadas es fácil deducir que una corriente eléctrica se comporta como un imán, o expresándolo de otra forma, se puede decir que una corriente eléctrica crea en sus proximidades un campo magnético, entendido este campo como zona en la que se manifiestan efectos magnéticos.

Como la corriente eléctrica es un flujo de cargas eléctricas, entonces, puede afirmarse que el campo magnético no sólo es generado por imanes sino también por la presencia de cargas eléctricas en movimiento ordenado, es decir, por densidades de corriente.

Entonces, puede definirse al campo magnético como la modificación del espacio debido a la presencia de imanes o densidades de corriente.

Si por el momento se consideran a los alambres que transportan corrientes como las fuentes típicas de campos magnéticos y como los objetos típicos sobre los cuales pueden actuar los campos magnéticos, entonces, es posible sugerir que las corrientes generan campos magnéticos y que los campos magnéticos ejercen fuerzas sobre las corrientes.

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